martes, 25 de febrero de 2014

Solo Negocios: Capitulo 5.


Lali:

Cuando llegue a la sala de mi casa no habia nadie y no se porque pero me sentí decepcionada.

Pero termine en el sofá marcándole a Cande, ella respondio al tercer timbrazo.

Conversacion telefónica.

Cande: ella nunca te va a dar bola. Supéralo. –no creo que eso vaya dirigido a mi.

Lali: ¿Eh? –Cande rie.

Cande: oh, hola Marianita –su voz cantarna me hace sonreir.

Lali: hola fideo.

Cande: creo que he engordado mucho estos últimos años, cortala con el nombrecito.

Lali: deja de llamarme Marianita y dejare de decirte fideo.

Cande: Marianita es un nombre bonito no entiendo porque solo Gaston puede decirte asi.

Lali: porque cuando el lo dice suena lindo, pero cuando tu lo dices… Me haces recordar a alguien.

Cande: ohu. Lo siento, Mar. ¿Te gusta asi? –sonrio, ella mas que nadie sabe que mi mama fue una persona muy importante para mi.

Lali: cambiemos de tema.

Cande: Claro. ¿Para que llamas?

Lali: Bueno, hoy cuando me desperté, obviamente por los griteríos de Eugenia y papa, baje a la cocina y no habia nadie, absolutamente nadie en la casa. ¿Sabias que la perra de Euge me quito mis adifonos y los dejo en la esquina de su habitación?

Cande: si, si, si, ¿Qué mas?

Lali: ah, si, bueno, voy a agarrar uno de los yogurts que deja Luz cada vez que viene y Gaston se los habia comido todos y se me sale una palabrota y entonces oigo la voz de un pibe y…

Cande: ¡Jodeme que ya no sos Virgen!

Lali: ¿AH? ¿Eh? ¡No! ¿Qué decis? –tartamudee.

Cande: ah. Ok.

Lali: un momento ¿Por qué piensas que soy toda sanita?

Cande: pues siempre estas encerrada y pegada a la computadora leyendo y el único novio tuyo que he conocido era aun peor que vos.

Frunzo el ceño ¿Soy muy obvia?

Lali: Pues te equivocas, yo no soy virgen.

Claro. Hasta me ruborice al decirlo.

Cande: aja.

LAli: cerra tu estúpido pico, Candela.

Cande: y tu deja de mentirle a tu mejor amiga.

Lali: no te miento –ella calla y se que esta arqueando las cejas-, bueno, ta bien, si, todavía nadie me ha invadido pero no entiendo cual es el problema, estoy esperando al indicado.

Cande: temo que llegues a  los huesos esperando al indicado, La.

Lali: y yo temo por el mundo y por los idiotas que viven en el. Mi preocupación es mucho mas importante que la tuya pero tiene algo que ver ya que uno d…

Cande: ¡Termina de contar lo que contabas hace un momento!

Lali: ah, si, sabes que me cuelgo muy rápido. Aja, ¿pordonde iba?

Cande: que oyes la voz de un pibe…  -dice ella claramente ya irritada.

Lali: ajam –rio-, bueno, entonces me volteo y me encuentro con un ardiente morocho que me esta buscando y…

Cande: wo, wo, wo,  ¿Ardiente dijiste? ¿Esta ahí todavía?

Lali: No te estuviera diciendo que es un ardiente morocho si estuviera aquí, tonta, tarada hueca.

Cande: ¿y que pasa si el te escucha?

Lali: ¡Te digo que no esta aquí!

Cande: ¿Cómo puedes estar tan segura?

Lali: porque cuando baje de bañarme el no estaba donde lo deje.

Cande: ¿Eso es decepcion lo que oigo en tu voz, Mar?

Lali: ¡Que no me llames Mar!

Cande: ¿y como queres que te llame entonces?

Lali: no se, quizás podiras decirme Lali ¿no?

Cande: todos te dicen “Lali” no entiendo porque yo, que soy una persona especial, no te puedo llamarte por un nombre bonito diferente a Lali.

Lali: solo decime Lali, Can, sabes que me molesta que  me llamen diferente.

Cande: -ella suelta un suspiro-, bueno, te dejo, Lali –rodo los ojos-, que disfrutes de tu morocho.

Lali: ¡No es mi morocho! –pero cuando se lo dije ya no habia nadie a quien le estuviera hablando.

Fin de la conversación telefónica.

-Con que un ardiente morocho eh.

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